El auge del oro líquido: la evolución del consumo del aceite de oliva

Según el estudio Olive Oil Market Size, el tamaño del mercado mundial de aceite de oliva se estimó en USD 22,30 mil millones en 2022 y se prevé que se expanda a una tasa de crecimiento anual compuesta (CAGR) del 5,2% de 2023 a 2030. 

Se proyecta que el segmento de aceite de oliva virgen se expanda a una CAGR del 6,1% hasta 2030. Por un lado, el segmento de alimentos y bebidas tuvo la mayor participación en los ingresos del 43,4% en 2022 y se espera que mantenga su posición. Mientras que, por otro lado, el segmento farmacéutico se prevé que crezca a una CAGR de aproximadamente el 5,3% durante el citado período. 

La creciente conciencia de los beneficios para la salud asociados con el consumo de aceite de oliva ha llevado a más personas a adoptar dietas más saludables. Además, la expansión de la gastronomía mediterránea por todo el mundo ha contribuido a su popularidad, y en consecuencia al aumento de la demanda a nivel global. Como vemos en el gráfico inferior elaborado con datos del COI, el consumo de aceite de oliva casi se duplicó entre 1990 y 2021.

Según estos datos, en las campañas 2019/20, 2020/21 y 2021/22, el consumo de aceite de oliva ha crecido más rápido que la producción. 

Aunque esta tendencia se ha interrumpido en las campañas 2022/23 y 2023/24, el aumento del consumo refleja los cambios en los estilos de vida de los consumidores. La COVID-19 ha cambiado nuestro comportamiento y los consumidores han pasado a comprar productos de mejor calidad, lo que también ha provocado un aumento del valor del comercio a nivel mundial.

¿Cómo afectan el consumo y el precio a las diferentes categorías de aceite de oliva?

Entre los tipos de aceite de oliva, podemos distinguir 4 categorías:

Los factores que afectan al precio y al consumo del aceite de oliva influyen a las cuatro categorías, pero hay que tener en cuenta que tanto el precio como el consumo de cada categoría fluctúa de manera independiente. 

En este sentido, conviene destacar que durante 2023/24 el alto precio del aceite de oliva virgen extra y virgen ha producido una mayor demanda de aceite de orujo de oliva debido a su precio más asequible. Este cambio de consumo ha provocado a su vez que el precio del aceite de orujo de oliva se mantenga alto.

Para ilustrar las fluctuaciones de consumo de aceite de oliva en el mercado, hemos englobado todas las categorías para que sea más sencillo de entender, ya que, aunque haya pequeñas variaciones entre ellas siempre siguen una tendencia muy parecida.  

¿Por qué sigue aumentando el consumo de aceite de oliva?

A nivel mundial, este último año es la primera vez que el aceite de oliva no alcanza el uno por ciento del consumo total de grasas animales y vegetales (debido a la baja producción de las últimas dos cosechas). En un año típico, el aceite de oliva representa el tres por ciento de la categoría. Por tanto, podemos afirmar que se necesita más producción, pues observamos que no hay suficiente aceite de oliva para responder a la creciente demanda mundial.

A continuación, se presentan los principales motivos que están impulsando el consumo de aceite de oliva:

Beneficios para la salud 

Por un lado, el aceite de oliva es ampliamente reconocido por una serie de beneficios que lo distinguen como un alimento saludable y altamente deseable en las tendencias de alimentación actuales. 

Entre estos beneficios es interesante destacar su alta fuente de ácidos grasos monoinsaturados y antioxidantes fenólicos, que combaten el estrés oxidativo y la inflamación. Además, también se ha asociado con la reducción del riesgo de enfermedades cardiovasculares, la reducción de los niveles de colesterol y las mejoras generales de la salud. Es una excelente fuente de vitamina E y posee notables propiedades antiinflamatorias.

Versatilidad

Por otro lado, la versatilidad culinaria y el perfil de sabor distintivo del aceite de oliva lo posicionan como una opción favorita entre los consumidores más exigentes. Es un ingrediente fundamental en diversas aplicaciones culinarias, desde aderezos para ensaladas y adobos hasta salteados y horneados. El sabor y el aroma excepcionales del aceite de oliva realzan los sabores de varios platos, impartiendo un toque de refinamiento y complejidad.

La dieta mediterránea, nombrada la mejor dieta para el año 2024 por séptimo año consecutivo

En un contexto en el que la búsqueda de una alimentación saludable es cada vez más prioritaria, el aceite de oliva destaca por ser un pilar fundamental de la dieta mediterránea, la cual, ha sido nombrada por séptimo año consecutivo como la mejor dieta para 2024 por US News & World Report. 

Respondiendo a la creciente demanda de aceite de oliva: los desafíos del cambio climático

Como hemos podido comprobar recientemente, el cambio climático es el gran desafío al que nos enfrentamos. Estamos siendo testigos del impacto que tiene en la producción de aceite de oliva, particularmente en la región mediterránea, donde existe una tendencia hacia menos precipitaciones y temperaturas más altas como afirmó Jaime Lillo López, director ejecutivo del Consejo Oleícola Internacional (COI), a Olive Oil Times.

Afortunadamente, el cultivo del olivo puede jugar un papel importante dentro de la estrategia de lucha contra el cambio climático ya que las más de 11 millones de hectáreas de olivos forman una especie de bosque artificial que elimina 4,5 toneladas de dióxido de carbono por hectárea de la atmósfera cada año. Así pues, se estima que la producción de un litro de aceite de reduce más de 10 kilogramos de dióxido de carbono de la atmósfera. 

Es posible incluso que el futuro del aceite de oliva pase por la investigación sobre el crecimiento de la producción de aceite de oliva fuera de la cuna del olivo, la cuenca mediterránea. Pero mientras eso llega, España sigue siendo el líder mundial en la producción. 

Si quieres informarte sobre cómo las condiciones climáticas afectan a la calidad de las olivas, puedes visitar nuestro artículo del blog “El olivo y sus cuidados: aprendiendo de nuestros agricultores”.

Consumo del aceite de oliva: Un análisis por regiones (2018-2024)

Como ya explicamos en nuestra publicación “Los precios del aceite de oliva desafían al mercado”, estos últimos años han estado marcados por un mercado dinámico a la par de atípico. A continuación, desde Aceites de las Heras, entraremos en detalle para entender cómo estas variaciones han afectado tanto la producción como el consumo de aceite de oliva a nivel mundial.

Consumo y producción del aceite de oliva en el mundo 2018-2023

2018/2019: Pre-Pandemia 

Durante el período prepandémico, de 2018 a 2019/20, observamos un incremento en el consumo de aceite de oliva del 5.69%. Esto se debe a dos factores, por un lado, a la tendencia general de crecimiento del consumo por los motivos explicados anteriormente. Y, por otro lado, a una super producción en la campaña del año 2018/19, que provocó precios muy bajos. Estos precios dieron lugar a una facilidad de compra del producto a nivel global, que podía incluso competir con aceites vegetales en aquellos mercados en los que la capacidad de adquisición es más reducida.

2019/2020: El Impacto Inicial de la Pandemia

La producción vio una caída significativa del 7.62% a 3020 mil toneladas. Sin embargo, gracias a la disponibilidad de aceite de la campaña anterior, el consumo se pudo mantener alto y solo disminuyó en un 2.91% con respecto al año anterior.

2021/2022: Las Secuelas de la Pandemia y la Guerra Rusia-Ucrania

En 2021/22, experimentamos una recuperación en la producción, lo que coincide con el ciclo del olivo, que normalmente alterna cada año campañas de mayor producción con otras de menor producción. El consumo volvió a un nivel similar, incluso mayor que el del año 2019/20, a pesar de la subida de precios que había provocado el conflicto Rusia-Ucrania que desestabilizó el mercado de aceites vegetales afectando también a los aceites de oliva.

2022/2023/2024: Caída Dramática de la Producción

En la campaña 2022/23, se observa una caída dramática de la producción. Disminuyó un 20% a nivel mundial y un 45% en España con respecto a la campaña de 2021/22. Partiendo de unos precios que ya estaban por encima de la media, la caída en la producción provocó un aumento de precios continuado, influido también por la previsión de la campaña 2023/24, que se estimaba ya escasa debido a la sequía y las olas de calor acontecidas en todo el Mediterráneo.

Como pronosticaban las previsiones, la campaña de 2023/24 también ha sido pobre, muy por debajo de la media. Como refleja el gráfico inferior, los precios subieron catastróficamente al comienzo de la cosecha a finales de 2023 y se mantendrán altos durante 2024. 

¿Qué ha pasado con el consumo durante esta etapa? Debido a la escasa producción y la falta de oferta, el consumo ha sufrido un descenso del 17% a nivel global, acompañado también por aquellos mercados que no han podido soportar la subida de precios debido a la menor capacidad adquisitiva del consumidor final. Hay que tener en cuenta de que el aceite de oliva es fácilmente sustituible por otros aceites vegetables, cuyos precios se sitúan muy por debajo.

Europa: tradición mediterránea

El análisis del consumo de aceite de oliva en Europa durante los últimos años, según la Organización Internacional del Aceite de Oliva, muestra que este continente sigue siendo un fuerte consumidor, representando casi el 50% del consumo mundial. 

Hasta 2022, España destacaba como el mayor consumidor tanto en Europa como a nivel global, aunque debido a la sensibilidad al precio del consumidor final, experimentó una reducción en su consumo en 2022/23, siendo superada por Italia e incluso EE. UU., como veremos posteriormente. Según Facua, el aumento de los precios en España también se ha traducido en un aumento del 69% del precio del aceite de oliva virgen extra en los supermercados en 2023. Pero la demanda no ha caído mucho, pues el número de unidades de aceite de oliva vendidas sigue siendo muy similar al de años anteriores, pero en formatos más pequeños.

Además, los consumidores españoles han bajado de categorías de manera que los compradores habituales de aceite de oliva virgen extra pasaron a comprar virgen y los compradores vírgenes cambiaron a categorías de aceite de oliva refinado y aceite de orujo de oliva.

En contraste, el resto de los países han fluctuado de manera diferente entre sí. Por una parte, Grecia y Francia han experimentado una disminución en el consumo. Podemos destacar cómo Francia pasa de tener un consumo medio entre 2018 y 2022 de 137 mil toneladas a un consumo medio de 99 mil toneladas en los años 2022/23/24, lo que supone un descenso del 27,5% con respecto a al promedio anterior.

Sin embargo, países como Alemania y Suiza han recuperado su consumo de aceite de oliva a niveles anteriores al año 2022. Puede deberse a la normalización de los nuevos precios en estos mercados, pero también a otros factores como la búsqueda de una alimentación más saludable. Es bien sabido que Alemania es el mayor consumidor de Europa de alimentos orgánicos, demostrando que el consumidor final se preocupa tanto por su salud, como por el medio ambiente.

Asia: el aceite de oliva está de moda en Corea del Sur

En Asia, los países que más aceite de oliva consumen son Japón, China, Corea del Sur, Tailandia y Filipinas. Entre estos países, vemos que Tailandia y Filipinas se han mantenido relativamente estables en consumo durante los últimos años. Mientras tanto, Japón y China han sufrido un notable descenso, siendo países con mucha sensibilidad a la subida de precios. 

En cuanto a Corea del Sur, experimentó un aumento sustancial, ya que de 2018 a 2022 el consumo acumulado aumentó un 90%. Esto significa que ha podido soportar la inestabilidad del mercado y, por tanto, que el aceite de oliva está ganando terreno y cuota de mercado con respecto a otros aceites vegetales.

Oriente Medio y África del Norte: la caída del consumo en Turquía y Marruecos

En Oriente Medio y África del norte, observamos patrones diferentes en la evolución del consumo de aceite de oliva a lo largo de los años. Después del descenso de consumo en el año 2020/21 en Arabia Saudí y Túnez, los últimos tres años muestran cierta estabilidad. Por otro lado, Egipto se mantiene dentro de un rango de consumo estable.

Por otro lado, tanto Turquía como Marruecos destacan por el contraste entre el incremento en el consumo en 2023, que puede estar asociado a una mayor cosecha ese año, y el descenso en el último año, fruto de una cosecha menor y precios más altos.

América: EE.UU. se convierte en el segundo consumidor mundial de aceite de oliva

Recientemente hemos sabido que Estados Unidos se convirtió por primera vez en 2023 en el segundo consumidor mundial de aceite de oliva, superando a España. Una combinación de la creciente presencia del aceite de oliva en los EE. UU. y la fuerte disminución de la producción experimentada en España en las dos últimas cosechas ha causado estos cambios en la tendencia.

“Estados Unidos se posiciona como el segundo consumidor mundial de aceite de oliva en 2023, superando a España”

El comportamiento de los consumidores es diferente en cada mercado y mientras unos mercados, como    EE. UU. son menos sensibles al comportamiento de los precios, otros como ha pasado en España son más sensibles a estos aumentos.

Por su parte, Canadá, México y Brasil se mantienen bastante estables, siendo México el que más consumo ha perdido en los dos últimos años.

 

Conclusión

Tanto la producción como el consumo de aceite de oliva se han duplicado en los últimos 40 años, pero los efectos del cambio climático están desequilibrando los precios, por lo que el sector olivarero deberá afrontar el aumento de la demanda mejorando las actuales plantaciones e incorporando nuevos sistemas de cultivo intensivo y super-intensivo con mayor densidad de árboles por hectárea.

A pesar de estos desafíos, el aceite de oliva sigue siendo un favorito entre los consumidores debido a sus beneficios para la salud, versatilidad y la popularidad de la dieta mediterránea, nombrada la mejor dieta para el año 2024 por séptimo año consecutivo. 

Afortunadamente, el cultivo del olivo puede jugar un papel importante dentro de la estrategia de lucha contra el cambio climático, pues los millones de hectáreas de olivos forman una especie de bosque artificial que elimina 4,5 toneladas de dióxido de carbono por hectárea de la atmósfera cada año.

Existe pues una necesidad mundial de alimentar mejor a una población creciente, por lo que es fundamental adaptar la producción a estos nuevos desafíos.